Adrián López Álvarez ofrecía este pasado sábado una interesante conferencia sobre la evolución en la forma de vestir a la Virgen de la Soledad del Puente a lo largo del tiempo.
Con cierto retraso debido a unos problemas técnicos, comenzaba en la Iglesia de la Virgen de la Luz la Conferencia programada dentro del XV ciclo de conferencias de la Asociación Cultural "Soledad del Puente" que este año corría a cargo del joven conquense Adrián López Álvarez. Es tradición y costumbre ya conocida en la ciudad que la Conferencia sea desarrollada por el Pregonero de la Semana Santa de cada año, pero en esta ocasión, Dña. Paloma Gómez Borrero, Pregonera de esta edición nazarena, no ha podido asistir debido a sus múltiples compromisos en Roma y en el Vaticano durante la Cuaresma. "Sabíamos de estas dificultades cuando pensamos en ella como candidata a este importante cargo y rápidamente nos pusimos a trabajar para poder buscar un sustituto", explica Luis A. Martínez, Presidente de la Asociación Cultural. "Pensamos en Adrián por varias razones. Una de ellas porque es hermano de la Hermandad. También porque posee amplios conocimientos en la Semana Santa de toda España, y finalmente, porque fue el primer Pregonero Juvenil de la Semana de Pasión de nuestra ciudad en el año 2002 y una de las personas que ha dedicado un Pregón a nuestra Madre, la Virgen de la Soledad del Puente".
Todas esas razones han sido más que suficientes para que Adrián pase a engrosar el elenco de personas que han tenido el honor de pronunciar una Conferencia sobre un tema relacionado con la Semana Santa de Cuenca. En esta ocasión, Adrián se dirigía a los asistentes para tratar de explicar la evolución llevada a cabo en la Hermandad para vestir a su Sagrada Imagen, La Virgen de la Soledad del Puente.
A través de una Proyección de diapositivas, este conquense buscaba los orígenes de esa forma de vestir a la Virgen, remontándose hasta el mismo origen
de la Semana Santa, en el siglo XVI, y explicando cómo surgió la
costumbre de vestir a las dolorosas y el atuendo de luto que todas las
imágenes de este tipo llevaron durante siglos. Reveló también la forma
en que este traje de viuda fue cambiando, sobre todo debido al influjo
de las innovaciones que, desde finales del siglo XIX se han ido
extendiendo desde la ciudad de Sevilla; cambios que llegarían a Cuenca a
partir de 1940 y que influirían directamente en nuestra estética
procesional. Finalmente, realizó un interesante recorrido por la
trayectoria estética de la Hermandad desde 1940 hasta la actualidad,
centrándose en la vestimenta de la Imagen Titular y en cómo esas
influencias llegadas desde el sur, una vez adaptadas a la sensibilidad
típicamente conquense, han ido forjando nuestro estilo.
En el apartado de conclusiones, Adrián resaltó que "nuestro estilo no está todavía bien definido ni completamente cerrado. ¿Por qué? Porque, hasta ahora, cada etapa ha ido borrando a la anterior. Y el estilo de una Hermandad centenaria como la nuestra debe reflejar toda su trayectoria, toda su historia. Hay etapas importantísimas de nuestra historia estética que permanecen en el olvido, y que hay que recuperar, siempre manteniendo el estilo clásico y la identidad que hemos ganado con el tiempo. A eso no debemos renunciar nunca". En este sentido, Adrián abogó por la recuperación de partes de nuestro patrimonio, como las sayas granates, o el uso del color blanco para esta misma prenda, aunque siempre recalcó que hay que mantenerse fieles a la personalidad estética que se ha ganado con el tiempo.
En el apartado de conclusiones, Adrián resaltó que "nuestro estilo no está todavía bien definido ni completamente cerrado. ¿Por qué? Porque, hasta ahora, cada etapa ha ido borrando a la anterior. Y el estilo de una Hermandad centenaria como la nuestra debe reflejar toda su trayectoria, toda su historia. Hay etapas importantísimas de nuestra historia estética que permanecen en el olvido, y que hay que recuperar, siempre manteniendo el estilo clásico y la identidad que hemos ganado con el tiempo. A eso no debemos renunciar nunca". En este sentido, Adrián abogó por la recuperación de partes de nuestro patrimonio, como las sayas granates, o el uso del color blanco para esta misma prenda, aunque siempre recalcó que hay que mantenerse fieles a la personalidad estética que se ha ganado con el tiempo.
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